Respeto: es uno de los valores morales que todo humano debe tener, para lograr una armoniosa interacción social. El respeto debe ser mutuo y nacer de un sentimiento de reciprocidad con el maestro y la comunidad educativa.
Tolerancia: se refiere a la capacidad de respetar todo aquello que es diferente a lo propio, que no se puede reprimir, es decir las opiniones, creencias, sentimientos, costumbres, entre otros.
Honestidad: como tal, hace referencia a un conjunto de atributos personales, como la decencia, el pudor, la dignidad, la sinceridad, la justicia, la rectitud y la honradez en la forma de ser y de actuar.
Liderazgo: es la función que ocupa una persona que se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertadas para el grupo, equipo, u organización que precede inspirando al resto de los que participan de ese grupo a alcanzar una meta común.
Confianza: entendida como la seguridad que tiene cada persona de sí misma, es una cualidad en todos los ámbitos de la actividad humana.
Disciplina: diariamente se realizan las labores con entusiasmo y perseverancia en los planes establecidos para alcanzar metas.
Solidaridad. Adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles.
Sentido de pertenencia: se produce cuando la persona siente que forma parte de algo más grande que ella y, por lo tanto, reconoce al resto de miembros de su grupo como iguales.
Libertad: es la faculta que tiene el ser humano, pero también es un derecho que se relaciona con varios aspectos que pueden regir la vida del hombre como son la religión, capacidad de expresar sus pensamientos y la ética.
Justicia: se define como una de las 4 virtudes cardinales, que inclina en dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece. Es el derecho, la razón, la equidad y la igualdad en la distribución de recompensas o castigos.
Autonomía: es la capacidad o condición en desarrollar tareas, de tomar decisiones o actuaren cuestiones relativas a uno mismo de una manera independiente y poder controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias.
Empatía: participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.
Responsabilidad: atender labores asignadas de forma inteligente y cumplimiento.